viernes, 1 de marzo de 2013
Zeus
Zeus, el más grande de los dioses del panteón helénico, hijo de Cronos y Rea, es
esencialmente el dios de la luz, del cielo sereno y del rayo. Generalmente permanece
en la cumbre del monte Olimpo, pero a veces también viaja.
Zeus no solo provoca la lluvia,
lanza el rayo y el relámpago sino
que, sobre todo, mantiene el orden y
la justicia en el mundo. Es el encargado
de purificar a los homicidas de
la mancha de sangre, vela por el
mantenimiento de los juramentos y
por el respeto de los deberes para
con los huéspedes. No sólo ejerce
estos poderes con los hombres,
sino también en el seno
de la sociedad de los dioses.
Consciente de su responsabilidad,
es el único dios
que no se deja dominar por
sus caprichos –por lo menos
cuando no se trata de caprichos
amorosos–. Es el dispensador
de bienes y males.
Homero cuenta en la
Ilíada que en la puerta de su palacio hay dos jarras, una de ellas contiene los
bienes, y la otra, los males. En general, Zeus saca alternativamente el contenido
de una y el de la otra para cada uno de los mortales; pero a veces extrae exclusivamente
el de una de las dos. En esos casos, el destino resultante es, unas veces,
del todo bueno y, otras veces, que son la mayoría, por completo malo.
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